Si nunca has realizado Pilates, comenzar practicando con máquinas de Pilates es la mejor forma de hacerlo. Es la forma idónea para llevar a cabo una toma de contacto con el método, puesto que los grupos de alumnos son muy reducidos y las máquinas te asisten en los movimientos.
En el caso de sufrir una lesión o patología, el practicar con máquinas de Pilates nos permite realizar los ejercicios de manera menos exigente, ya que permite adaptar cada uno de los ejercicios a nuestras necesidades de momento.
Otra ventaja de trabajar con máquinas de Pilates es que, al igual que permite que los ejercicios sean menos exigentes, también nos permite retar al cliente aumentando o disminuyendo la carga.
Esto se consigue gracias a que las máquinas de Pilates cuentan con muelles, barras, cuerdas y poleas, mediante las cuales podemos variar los ángulos y direcciones de las fuerzas, aumentando la resistencia que se opone a los ejercicios.
Otra de las ventajas es que abre un mundo de posibilidades, en cuanto a realizar innumerables ejercicios, el repertorio de ejercicios de Pilates máquinas es inmenso.
Al trabajar Pilates con máquinas siempre se presentarán los ejercicios como retos nuevos, manteniendo el interés.
Buscando cada día la precisión y fluidez en los movimientos.